27 nov 2011

Mirada

Qué irritante es a veces mirarse a los ojos. Esta mirada divide, separa, deconstruye, penetra, permite ver con claridad todos los otros yo—yoes, yos. Y si estos otros vuelven a mirarse a los ojos ¿Qué queda? Tal vez la subdivisión se torne infinita y pueda desembocar en todas las posibles vidas.
Oh, sí, qué irritante que es esto, qué irritante que es esto y comprobar al fin que solo somos esto: yo y mi espejo.

2 comentarios:

  1. Me gusta esta reflexión que incluye espejos, porque es cierto que delante de ese reflejo, todas las mañanas hacemos algo así como un balance de los muertos habidos en la batalla, del avance, y del estado del campo. Creo que entiendes esta metáfora extraña. Tu y yo nos entendemos hablando de forma paranoica jaja
    Un abrazo socio, y te doy la enhorabuena por este blog. Pero mira, a mi me cuesta un poco leer con una letra blanca en un fondo tan claro.

    ResponderEliminar
  2. ¿Hace cuánto está este comentario? Tengo un poco abandonado el blog, como la escritura. Gracias, Berlín querida.

    ResponderEliminar

Un importante aporte para mi crecimiento